Te prometí, me prometiste.
Es como una especie de batallita constante a veces esta promesa, es como algo que tenemos que poner como regla en la tapa del libro y en cada página ¿Pero de qué libro?
Del que llevamos nosotros, donde escribimos millones de historias de risas,
donde escribimos incoherencias del día a día, donde hacemos dibujos, donde pegamos cosas,
donde a veces caen temas que hacen llorar y con ellos las lágrimas, pero siempre entre nosotros.
Por eso es esta promesa, por respetar nuestro libro,
sin tener que meter a nadie a la fuerza por nuestros actos y mucho menos tener que incluir a ese alguien con penas y llantos por culpa nuestra;
y además para que el libro siga creciendo y nunca nos cansemos de leerlo.
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